Aceptas su petición de crear una nueva vida juntos. Él te gusta mucho, pero al día sientes un nudo en el estómago, te sientes poseída por él. Por mucho que le quieras no lo puedes evitar, piensas lo feliz que puedes ser a su lado, pero ese nudo en el estómago te impide su felicidad. Una voz en tu interior te dice que no estarás cómoda a su lado, pero tú estas convencida de que si. A quién le haces caso, ¿a ti o a tu interior?...
Marina Álvarez.
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